Diariamente, cualquier persona realiza una serie de actividades de mayor o menor envergadura con el objetivo de obtener un resultado deseado. Para obtener este resultado se lleva a cabo una planificación que determina el camino que se debe seguir marcando un plazo de tiempo y teniendo en cuenta los recursos disponibles para ello.
Para realizar una correcta planificación de un proyecto existen diversos factores que se deben tener en cuenta dependiendo de los objetivos y las características específicas del mismo. Es fundamental llevar a cabo un plan de desarrollo para el cumplimiento de tareas y objetivos durante la ejecución del proyecto. Este desarrollo implica el análisis detallado de los recursos disponibles, el tiempo de ejecución, la definición de objetivos, la planificación y la ejecución, entre otros aspectos, completando así todas las fases del ciclo de vida de un proyecto.
Resumen:
Para abordar cualquier proyecto se debe tener en cuenta una serie de aspectos organizativos para su desarrollo. Un proyecto se caracteriza por tener un objetivo bien definido, una serie de recursos disponibles y un presupuesto concreto.
Para desarrollar correctamente un proyecto se deben realizar actividades de gestión que incluyen diferentes fases para alcanzar el objetivo deseado. Las actividades de gestión determinan el ciclo de vida completo del proyecto donde, además de las fases de definición, planificación y desarrollo, se deben incluir las fases de ejecución, revisión y mantenimiento.
Cuando se elabora la planificación de un proyecto se deben conocer todos los aspectos que influyen en el desarrollo además de la influencia y la relación que existen entre ellos, ya que afectarán de forma directa al alcance del proyecto.
Todo proyecto debe cumplir correctamente unos requisitos técnicos, organizativos y de gestión que eviten la influencia de determinados factores críticos de éxito como el no cumplimiento de plazos, exigencias de Calidad o sobrepasar recursos y costes.
En la planificación y la organización se deben tener en cuenta los distintos modelos de organización empresarial para gestionar y asignar las funciones de cada uno de los miembros del grupo de trabajo, saber qué funciones y características de liderazgo debe adoptar un jefe de proyecto e identificar y aplicar valores para confeccionar un grupo de trabajo de alto rendimiento.
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